Lágrimas Corriendo
Lágrimas Corriendo
Titulo: Lágrimas Corriendo
Autor: Canciones de Alonso Mudarra y Miguel de Fuenllana
Interpretes: Carlos Mena (contratenor) y Juan carlos Rivera (vihuela).
Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Cultura
Dirección científica: Centro de Documentación Musical de Andalucía
Produce: Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales
D.L. SE-1019-2001
1 discos compacto: digital ; 12 cm
Incluye folleto con biografía y estudio de su obra.
Nos encontramos ante lo que podemos calificar como un disco de encuentros: lo popular o pseudo-popular y lo culto; la poesía castellana y la italiana; Mudarra, Fuenllana, Pedro Guerrero y Juan Vázquez. Encuentros en los que Sevilla es su centro geográfico y los numerosos cenáculos culturales en los que se reunían escritores, músicos, eruditos y gentes destacadas de profesiones diversas, el ambiente en los que estos repertorios musicales se escuchan y gestan.
El embajador veneciano Andrea Navagero presenció en Sevilla la boda de Carlos V e Isabel de Portugal y nos dejó curiosas observaciones sobre la ciudad que, a su parecer, era la que más se parecía a las italianas de aquellas que ya había visitado. Sevilla cosmopolita en la-que conviven alemanes, flamencos, franceses e italianos, con más de 100.000 habitantes y una nobleza titulada donde destacan algunos de los linajes castellanos más poderosos, tales como los del Duque de Medina Sidonia, duque de Arcos y duque de Medinaceli; junto a ella, se asienta otra nobleza que emparenta de manera simbiótica con los grandes mercaderes y banqueros a la búsqueda, los unos, de dinero; los otros, de noblezas e hidalguías. En ese ambiente sevillano, pletórico de vida, florece una actividad cultural que transcurre paralela a la mercantil, igualmente fecunda y en la que las corrientes humanistas encuentran un rico caldo de cultivo.
En 1534 se publica la traducción al castellano del libro de Baldassare de Castiglione II cortigiano (1528) a cargo de Juan Boscán y requerimiento de Garcilaso de la Vega. El embajador papal en la corte de Carlos V debió asistir a la ascensión de la popularidad de este instrumento en Castilla y posiblemente conocer a los grandes vihuelistas Luis de Guzmán, Luis de Narváez y Alonso de Mudarra. En el texto traducido de Boscán (en palabras de Juan Luis Alborg, uno de los mejores ejemplos de la prosa en los días del Emperador), podemos leer: `Muy buena música me parece el cantar diestramente por el libro; más aun pienso que es mejor cantar con una vihuela. Porque toda la dulzura consiste casi en uno que cante solo, y con mayor atención se nota y entiende el buen modo y el aire no ocupándose los oídos en más de una voz que si se ocupan en muchas'.
En Sevilla se promulgarán las primeras Ordenanzas para el oficio de violero en 1502 (publicadas en 1527), lo cual pone de manifiesto la pujanza de este gremio en la ciudad desde los albores del siglo XVI. En estas ordenanzas se recoge que el aspirante a maestro de violero debía saber construir vihuelas de distintos tamaños, amén de otros instrumentos. La vihuela coexistió, a mediados del siglo XVI, con el laúd y la guitarra. Con el primero comparte afinación, número de órdenes de cuerdas, técnica de tañido y repertorio; la guitarra puede considerarse el hermano menor de ambos, de pequeño tamaño, menor número de cuerdas (las de cuatro órdenes tenían siete cuerdas: la primera simple y las restantes formando tres órdenes dobles) y de ocho, su tañer rasgueado era una de sus señas de identidad. Si el arte de la violería gozará de salud en Sevilla, no le irá a la zaga el de la tipografía y dentro de él, la imprenta sevillana contará con cierta tradición en publicar obras de música. Juan de León, el mismo que había impreso en Osuna, en 1551, los Villancicos y canciones a tres y cuatro de Juan Vázquez será el encargado de la publicación, en 1546, de los Tres libros de música en cifras para vihuela de Alonso de Mudarra. Todo parece indicar que el impresor Martín de Montesdeoca será el que recogerá la labor iniciada por Juan de León, llevando el arte de la impresión musical a una singular perfección. Así, en 1554, se encargará de imprimir el Libro de música para vihuela intitulado Orphénica lyra que según reza el contrato agora nuevamente a compuesto y fecho Miguel de Fuenllana, músico. Debido al amplio espectro social en el que la vihuela se desarrolla, tanto del gusto burgués como del nobiliario, tocada por músicos diletantes y no sólo por una minoría de profesionales, su repertorio tenía posibilidades comerciales, lo cual se pone de manifiesto por el elevado número de ejemplares con que cuentan sus ediciones; en el caso de Orphenica lyra, mil ejemplares que se vieron aumentados por una edición fraudulenta aparecida pocos meses después, posiblemente a cargo del propio impresor Montesdeoca y que enfatiza el éxito de la misma.
Poco sabemos de la biografía de Alonso de Mudarra en los años que precedieron a la publicación de su libro de vihuela (1546), fecha que coincidió con su ingreso como canónigo en la catedral de Sevilla. Natural de la diócesis de Palencia, se crió en la casa de los duques del Infantado y, al parecer, bajo el auspicio de estos viajó, acompañando al emperador, en 1529, por los territorios españoles en Italia. Basta este fragmentario perfil para comprender el espíritu humanista que impregna la obra de Mudarra. Podemos considerarlo como el escritor de canciones por excelencia entre los vihuelistas. Todas las composiciones de Mudarra, incluidas en esta grabación, están extraídas del Libro Tercero de Musica, en cifras y canto de organo para tañer y cantar con la Vihuela: en el cual ay Motetes, Psalmos, Romances, Canciones, Sonetos, Versos en latin, Villancicos... Recorreremos la poesía italiana e italianizante a través de los sonetos de Petrarca La vita fugge y de Sannazaro O gelosía d'amanti o de la segunda canción del poeta Boscán Claros y frescos ríos, dónde están presentes la imitación de Petrarca y reminiscencias de Castiglione. Junto a ella, la tradición castellana vendrá representada por los romances Durmiendo iba el señor y el melancólico Triste estaba el rey David o el pícaro villancico Isabel perdiste la tu faxa, verdadero alarde de artificio contrapuntístico. Podemos escuchar también su particular lamento por la prematura muerte de la princesa Doña María de Portugal, primera mujer de Felipe II, en el soneto en forma de diálogo ¿Qué llantos son aquéstos?, con alternancia de compás binario y ternario, y en el planto latino Regina qui mesto, de intensa emoción dramática. La muerte igualmente está presente en el doble homenaje musical y textual de Recuerde el alma dormida, coplas de Jorge Manrique que, del mismo modo que a Mudarra, inspiraron también a sus contemporáneos Juan Navarro, Pere Alberch Vila y Melchor Robledo, entre otros. Desde los madrigalismos que animan La vita fugge ó Claros y frescos ríos al estilo más sobrio de los romances, en todas las canciones de Mudarra podremos apreciar el lirismo que las impregna y la perfecta fusión de texto y música que logra alcanzar en sus composiciones.
Miguel de Fuenllana pertenece a la categoría de vihuelistas profesionales. Es posible que la vinculación sevillana se remonte a sus días al servicio de la marquesa de Tarifa, tal y como nos relata fray Juan Bermudo. En todo caso, en torno a las fechas de la publicación de su libro en Sevilla, era vecino de esta ciudad y en ella contraerá matrimonio con Graciana Salazar. Desde 1560 lo encontramos al servicio de Isabel de Valois, tercera mujer de Felipe II, ambiente cortesano en el cual las canciones para voz y vihuela debieron ocupar un lugar de privilegio. La predilección de Fuenllana por este repertorio, tan característico del siglo XVI, queda puesto de manifiesto en las siguientes palabras extraídas del prólogo a su Orphenica lyra: "Viniendo pues a tratar de la música compuesta digo, que en todas estas obras, así a tres como a cuatro a cinco y a seis, con todas la demás que en el libro se contienen (excepto dúos), fue mi intención ponerles letra, porque me parece que la letra es el ánima de cualquiera compostura, pues aunque cualquier obra compuesta de música sea muy buena, faltándole la letra parece que carece de verdadero espíritu".
Adquisiciones: tiendas culturales de Andalucía
01.- ¡O más dura que mármol! 7:06 - Audio
02.- Si por amar, el hombre ser amado 2:52 - Audio
03.- La carta de Boscán 2:53 - Audio
04.- O Gelosía d'amanti 2:21 - Audio
05.- Isabel, perdiste la tu faxa 1:38 - Audio
06.- ¿Que llantos son aquestos? 9:09 - Audio
07.- Quiero dormir 1:57 - Audio
08.- Las Endechas 6:23 - Audio
09.- No sé qué me bulle 1:01 - Audio
10.- Covarde caballero 1:38 - Audio
11.- De los álamos vengo 2:20 - Audio
12.- La vita fugge 3:51 - Audio
13.- Claros y frescos ríos 5:47 - Audio
14.- Triste estava el Rey David 4:00 - Audio
15.- Passeavase el rey moro 7:19 - Audio
16.- Recuerde el alma dormida 6:01 - Audio
17.- Durmiendo yva el Señor 3:59 - Audio