El Canto Andalusí: aproximación histórica y geográfica a la Herencia Andalusí

Autores/as

  • Amina Alaoui

Resumen

Cuando el alma permaneció en el cuerpo de Adams, el ángel emergió y silenció su voz. Cuando el alma buscó liberarse, fue Adán quien comenzó a cantar, deleitando tanto al alma que se instaló definitivamente en su cuerpo. Desde entonces, el alma ha conservado el afectuoso recuerdo de las divinas melodías que la hacían susceptible a la música.
Esta leyenda árabe deja entrever cómo el canto y la música contribuyen a animar el alma dentro del cuerpo para recuperar el aliento de vida y, en una escala más amplia, cómo contribuyen al equilibrio del ser humano y el orden cósmico gracias a sus conexiones con el reino espiritual. De la misma manera, en la música hispano-musulmana, el canto (el sawt-el, o mensajero) y la música (el espíritu) participan constantemente en los movimientos del universo de la nuba (pieza musical), en sintonía con la disposición y el tono de el alma de la tablatura '(la escala musical) y regida por los ritmos (el corazón) que emanan del cuerpo del poema (palabras y significado); todos juntos creando el equilibrio necesario para estar a tono con la sinfonía cósmica del momento.
En la música hispano-musulmana, la Nuba (la pieza musical) es tanto un microcosmos como un reflejo del Universo. Un 11 de sus movimientos, todos sus componentes y su simbolismo están estructurados, organizados y codificados para reflejar y participar de la Armonía Universal. Este sistema musical fue concebido por filósofos y artistas creativos en el siglo IX; de hecho, el gran filósofo y teórico musulmán A1 Kindi observó que era tan imposible fijar la música por escrito como registrar los movimientos y variaciones del universo, dado que está gobernado simultáneamente por leyes y humores (variaciones, estados de ánimo y espíritu). ). La función del artista o creador es contribuir al equilibrio del Cosmos y el microcosmos, al nüba en este caso, pues tiene las claves y códigos para recrear el proceso propio de su arte, unidos en él. Sin embargo, dada su función crítica, existe el peligro de que los artistas pierdan las claves y códigos que regulan esta música, y que escaseen los compositores capaces de recrear su repertorio. Cuando se pierden las claves, la música hispano-musulmana se estanca y se descompone a medida que el alma abandona el cuerpo. Lamentablemente, hoy asistimos a la desaparición de este patrimonio musical común: por un lado, el Magreb está reduciendo este legado a la artesanía decorativa precisamente porque los músicos están perdiendo las claves, la filosofía y el respeto por este arte; y por otro lado, aunque pertenece a España con tanta seguridad como la Alhambra y la Gran Mezquita de Córdoba, España está perdiendo este patrimonio porque no le ha dedicado el cuidado y la atención suficientes. La autora de este artículo espera que sus súplicas no sean en vano.

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Publicado

2021-04-30

Número

Sección

Artículos