Manuel Castillo y la intervención del Compositor Clásico en el cine
Resumen
Desde los inicios de la industria cinematográfica, la participación de los compositores de música clásica ha estado condicionada a menudo por factores económicos. A estos se agregan los prejuicios que han llevado a ciertos compositores a relegar la música para el cine a un estatus artístico y social inferior al de la música autónoma. Para aquellos compositores que deseen explorar esta rama de la música, las demandas de los directores y productores de cine plantean obvias limitaciones adicionales; de tal manera que, al final, son pocos los compositores académicos inclinados a colaborar con el cine. Manuel Castillo se aventuró en el terreno cinematográfico, pero una vez (Alegre juventud, Mariano Ozores, 1962), pero este fue un lúcido esfuerzo profesional que contrasta con las aportaciones habituales de los compositores de música clásica a la industria cinematográfica, en la que Castillo creó una obra experimental en perfecta armonía con las imágenes y el guión de la película. El presente artículo analiza la banda sonora de la película Alegre juventud.