Música medieval: tradición, investigación, interpretación

Resumen

Es mucho más fácil hablar de música medieval que interpretarla o reinterpretarla. Todos los que nos hemos enfrentado a este tipo de música apreciamos lo compleja que es la tarea de presentarla al oyente para que parezca atractiva e interesante.
Al tratar de conectarnos con esta música, siempre debemos considerar la tradición que se esconde detrás de ella. Pero para ello hay que investigar, conocer lo que han dicho teóricos de distintas épocas y acercarnos a los manuscritos para intentar leer en ellos la mentalidad de quienes nos precedieron. Cuanto más cerca están de nosotros, más objetivos son los tratados de esos teóricos (cuando es que existen), aunque sabemos que exageraron un poco y que no siempre estuvieron de acuerdo entre sí. Debemos saber “leer entre líneas” y descubrir la mentalidad reflejada en tales escritos. Por otra parte, tenemos las partituras y debemos saber interpretar esos signos que no siempre, por no decir casi nunca, nos parecen familiares. Estas dos misiones son difíciles de conciliar y poner en práctica, pero este es el único camino posible.
No obstante, debemos confesar honestamente que la perfección no existe. Si esperamos a que todo sea investigado y puesto en su lugar, nunca podremos enfrentarnos a una partitura musical y sacar un sonido convincente de ella. A veces es necesario experimentar para cambiar el método o mejorar el fraseo, el tiempo, el timbre, etc.
No podemos obligar al oyente a realizar un acto de fe con respecto a lo que está escuchando; más bien, debemos ofrecerle una serie de deducciones basadas en hechos disponibles con la máxima honestidad intelectual posible y darle la oportunidad de tomar sus propias decisiones. Según la información que le proporcionemos, el oyente tendrá que formarse su propio criterio y decidir por sí mismo entre varias opciones. Cuando los manuscritos no proporcionan todos los hechos para fundamentar una interpretación, debemos ser honestos y no engañar a nuestra audiencia. Debemos tratar de convencer solo cuando los hechos lo permitan. Como músicos debemos intentar capturar la mentalidad y la voluntad del compositor para “recrear” mejor su música. Por supuesto, siempre en términos relativos.