En el viaje de Simorgh

Resumen

Este artículo, que aparece aquí por primera vez en español, es una actualización revisada de uno publicado originalmente en alemán en el libro Le Sacre. Musik - Ritus - Religiosität (Hinrich Bergmeier, Pfau, Saarbrücken, 2001, págs. 101-108). Fue escrito en conjunto con la Biennale für Neue Musik de Hannover, en la que se presentó por primera vez el Qasid 7 (libro de canciones) especialmente encargado, una pieza para soprano y siete instrumentistas. Tanto esta pieza como este artículo al respecto fueron escritos por el compositor José Maria Sánchez-Verdú.
Es fascinante que muchas culturas encuentren similitudes entre lo místico y lo erótico, con paralelismos trazados entre la expresión de unión con Dios y la unión sexual. La negación de los sentidos, de lo puramente físico y la búsqueda del éxtasis son características de ciertos tipos de misticismo como expresiones de la espiritualidad ascética. En los ritos místico-eróticos, donde las fronteras no siempre son fijas y de hecho es deseable la ambigüedad, la música, con el canto, el ritmo y la danza, es uno de los posibles vehículos hacia la plenitud de la unión mística, hacia el éxtasis de la unión con el amado, entre el alma que busca "en una noche oscura" ya Dios.
Ciertos aspectos de las manifestaciones místicas en los mundos islámico (sufí), persa e hindú han jugado un papel especialmente importante en formas expresivas como los ritos y ceremonias que existen hasta el día de hoy. Elementos similares, derivados de algunas de estas tradiciones anteriores, como los grandes poetas sufíes, surgen en la poesía de los místicos cristianos San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Sánchez-Verdú pretende en este artículo poner de relieve las conexiones entre esta serie de vasos comunicantes y elementos que dotan de determinadas características al material poético y musical, y varios de los materiales y temas que destacan en algunas de sus propias obras musicales.